lunes, 16 de febrero de 2009

EL VENDAVAL DE LA CRISIS


Los API, un prodigio de supervivencia

A estas alturas nadie niega que estemos sumidos en una crisis. Crisis financiera, como los API manifestamos el 5 de febrero de 2008, a pesar de que en aquel momento había quien se empeñaba en o negarla, o definirla sólo como crisis inmobiliaria.

Se ha venido agudizando durante todo el 2008 y por más ayudas o inyecciones de capital que se han ido haciendo a las entidades financieras, el dinero no llega a los ciudadanos, ni tampoco a las empresas.

Vivimos dias de zozobra, de desconfianza, de falta de liquidez y el sistema aún no ha encontrado la forma de reciclar tanto desaguisado, tanto abuso y avaricia, como ha habido en el pasado.

Jocosamente, una compañera API me decía un día que ya no hay que apretarse el cinturón, ahora hay que comérselo. Ante vendavales como el que nos azota caben tres posturas y una más: los pesimistas, que se pasan el día lamentándose de la crisis. Los optimistas, que con esperanza aguardan a que el temporal amaine. Los realistas, que van ajustando sus velas en función de como viene el viento. Y, he dicho otra más, esa otra es la de los API, la que tenemos que seguir nosotros y es: Ajustando nuestras velas, navegar con la esperanza de que este vendaval terminará.

Otras circunstancias adversas se han dado en nuestros largos años de historia corporativa; adversas de todo tipo: internas y externas, y en un "prodigio de supervivencia" los API y nuestros Colegios hemos seguido.

Hoy en la intermediación se ha hecho una limpieza enorme y ya lo auguramos: "Cuando vengan mal dadas, secerrarán los chiringuitos inmobiliarios y permaneceremos los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria".

Compañeros API, como en el poema de Goitisolo "Palabras para Julia": Nunca te apartes del camino, nunca digas no puedo más y aquí me quedo". Preserverar compañeros porque: "Los API somos un prodigio de supervivencia".

SANTIAGO BAENA MORENO
Presidente Consejo Rector y Consejo General COAPI de España.

Fuente: Mundo API nº3.

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