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LA COMPRA-VENTA (I)
ANTES DE NADA
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de ponernos a buscar vivienda es que tendremos que decidir las características y condiciones que debe poseer la misma. Estas características y condiciones, que podemos dividir en dos grandes bloques, de alguna manera delimitan la búsqueda haciendo mas amplia o mas restringida, a saber:
Características propias de la vivienda: Como si va a ser de nueva construcción o de segunda mano, de promoción publica o privada, los metros cuadrados, numero de dormitorios y cuartos de baños, la distribución de sus dependencias, la situación, que tenga o no ascensor, garaje, jardín, calefacción, comunicaciones, accesos, distancia a centros urbanos, servicios públicos de la zona, etc.
Características propias de nosotros: Entre estas destacan el dinero disponible, el nivel y seguridad de los ingresos mensuales, la posibilidad de financiación, la libertad de movimientos, la distancia a nuestro centro de trabajo, necesidades personales, familiares, etc.
Una de las decisiones mas importantes que debemos de tomar es el tipo de vivienda que queremos adquirir, puesto que de esta decisión emanaran cosas tan importantes como en ambiente en el que viviremos, la forma de pago, posibles ayudas estatales, limitaciones a la venta o al precio que a la que la podemos vender, etc. Someramente podemos distinguir estos tipos de viviendas:
A) Vivienda publica: Son las construidas de acuerdo a los llamados ‘planes de viviendas’, que son instrumentos jurídicos que aprueban las instituciones publicas en las cuales se marcan las características de las viviendas, de las personas que pueden acceder a ellas, las ayudas económicas que se les van a conceder, etc. Por todo esto están limitadas en cuanto al precio de compra, que lo marca el ‘plan de viviendas’ por metro cuadrado, y en cuanto a su precio de venta o alquiler. En este tipo de viviendas se distinguen las calificadas como V.P.O., o viviendas de protección oficial, y las calificadas como V.P.T., o viviendas de precio tasado, pudiendo ser ambas de promoción publica, cuando es el Estado, las CC.AA. o los ayuntamientos los que construyen viviendas para un determinado sector de población, o de promoción privada, cuando un promotor privado construye con la ayuda de un ente publico.
B) Vivienda Privada o libre: Es decir, no calificadas como oficial al no acogerse en su promoción a ninguna normativa de protección oficial ni ‘plan de vivienda’. No tienen ninguna limitación en cuanto al precio de venta, ni en cuanto a quien puede acceder a ella, ni en cuanto a la libertad de venderla o alquilarla, pero por el contrario no reciben ningún tipo de ayuda por parte de los entes públicos. En este apartado podemos distinguir:
B.1) Vivienda nueva: Ya sea totalmente acabada, o solo en plano, a través de cooperativa o de comunidad de propietarios.
B.2) Vivienda de segunda mano: Habiendo decidido sobre todo esto, y sobre todo aquello que cada uno quiera añadir, tendremos ante nuestros ojos el tipo de vivienda que queremos y que además podemos adquirir, es decir, tendremos el objetivo de nuestra búsqueda, con lo que podemos poner manos a la obra.
DONDE BUSCAR TU CASA
Ya tenemos el ‘QUE’ buscar, ahora necesitamos el ‘DONDE’. Las posibilidades que tenemos son varias, dependiendo de la ciudad y la zona elegida para residir y en la cual deberemos buscar. Estas posibilidades, al igual que anteriormente, las podemos dividir en dos grupos, sabiendo que ambas tienen sus ventajas y sus inconvenientes:
Dedicarnos nosotros mismos a buscar, sin ningún tipo de ayuda profesional externa, utilizando prensa especializada, ‘bolsas de oferta’, recorriéndonos las zonas preferidas, utilizando los consejos de familiares, amigos o conocidos, etc.
Encomendar la búsqueda a un profesional o consultarle directamente para ver si en su cartera de inmuebles en venta hay algo que coincida con lo que buscamos.
Si optamos por la búsqueda personal debemos tener en cuenta que tendremos que dedicar mucho tiempo a la misma, a realizar multitud de llamadas telefónicas y visitas para concertar entrevistas con los propietarios cuadrando horarios, a buscar información sobre el inmueble para saber su situación legal, registral, fiscal, catastral, etc, a preparar la documentación, a buscar la financiación si ello fuese necesario, etc, sin embargo, y como ventaja, tenemos un mayor control sobre todas las etapas de la búsqueda, localización e investigación del inmueble, pudiendo poner mayor o menor énfasis en aquellos aspectos que nos interesen mas o nos resulten mas importantes o decisivos.
Si por el contrario la opción elegida es la de ponernos en manos de un profesional dejamos de lado todos esos inconvenientes y molestias que la búsqueda conlleva, puesto que encontrara, o tendrá en su cartera de inmuebles en venta proporcionándonos la vivienda que buscamos, coordinara toda la operación cuadrando nuestros horarios con los de los vendedores, y gestionara todos los tramites, pero deberemos tener mucha precaución en la elección del profesional, y asegurarnos sobre todo si es tal profesional, de todo lo que se nos ofrece y de las garantías que se nos dan. Hoy por hoy los únicos profesionales que están por Ley habilitados para la intermediación inmobiliaria son los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (A.P.I.), los cuales dependen y están sometidos a un colegio profesional, al cual se podrá consultar sobre la legalidad de un determinado A.P.I., a la vez que es garantía de una buena labor profesional.
Fuente: Cnsjo. Gral. COAPI
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