lunes, 26 de enero de 2009

DESPUÉS DEL VENDAVAL.











Estábamos todos avisados de la llegada de este fenómeno atmosférico del que, por otra parte, en nuestra zona estamos un poco acostumbrados. Se cumplieron las previsones y el viento fué realmente fuerte y violento como en pocas ocasiones.

Ayer domingo por la tarde, aprovechando la calma me desplacé a la zona de la ermita de la Roca, a 3 Km. de Mont-roig (hablaré de ella en mi próximo post), pues me habian avisado de que allí el viento había sido especialmente fuerte y destructor. Subí por la carretera que conduce hasta Colldejou, pueblo vecino, y ya encontre un pino que había sido retirado del centro de la carretera (foto 1), seguidamente al llegar a la entrada del camino que sube hasta el santuario ya encontré un gran pino arrancado de raíz (foto 2). Pasé por delante de una caseta rústica en ruinas donde había caído otro pino (foto 3) y esto sólo era el aperitivo de lo que iba a encontrarme seguidamente, justo al pié de la ermita. La imagen dantesca ante mi de un bosque totalmente arrasado, con un 90% de los árboles tumbados y también arrancados de raíz (fotos 4 a 8). La magnitud y grosor de los árboles caidos queda reflejada en la foto 9, donde aparezco junto a mi hijo y con el santuario de la Virgen de la Roca sobre nuestras cabezas. Desde la cumbre también cayeron un par de grandes pinos que estaban junto al mirador.

En pocos minutos el cielo se encapotó y tuve que correr hacia el coche bajo una fina lluvia pero constante que nos empapó. De vuelta hacia el pueblo por el camino de El Peiró, una zona de paseo y picnic cercana al pueblo encontré una treintena más de árboles caidos.


En el resto del municipio también han sido cuantiosos los destrozos tanto en propiedades privadas como públicas, principalmente afectado el núcleo de Miami Platja, y las Urbs. Via Marina-Casalot, Bonmont, entre otras. Así mismo se interrumpió el servicio del suministro eléctrico, 17 horas en Mont-roig, pero en algunas zonas han estado más de 24 horas sin luz y consecuentemente sin agua, pués los grupos de presión y bombeo funcionan con electricidad. Afortunadamente no hay que contabilizar daños personales.

Cabe reflexionar sobre que todos los árboles arrancados eran pinos, pués tienen las raices poco profundas. El árbol autóctono de nuestra zona es la encina que, aunque tarda mucho más tiempo en crecer, además de quedar muy bien enraizada, tiene la ventaja de que en caso de incendio vuelve a brotar, sin tener que replantarlas.

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